Posible e imposible.
Posible es aquello que puede ser real o llegar a serlo. Por lo tanto, es imposible aquello que no es real o que no puede llegar a serlo. También puede decirse que es posible aquello que no es necesariamente falso, e imposible aquello que es falso necesariamente.
La imposibilidad necesaria de una proposición se hace evidente cuando implica una contradicción lógica. El ejemplo más famoso es el de Epiménides y su frase Todos los cretenses son unos mentirosos. Siendo Epiménides mismo cretense, la frase no puede ser cierta, porque entonces Epiménides sería mentiroso y por tanto lo que él nos dice sería falso. Por otro lado, la frase tampoco puede ser falsa porque se deduciría entonces que los cretenses son veraces y por tanto Epiménides diría la verdad, y él es cretense. Por tanto este enunciado no puede ser ni verdadero ni falso, implica una contradicción y debe ser descartado.
Pero, ¿Qué ocurre cuando una proposición no implica una contradicción lógica? En principio, que no puede determinarse lógicamente su imposibilidad, pero, como la posibilidad no implica realidad, una proposición puede no ser real y no alcanzar a serlo nunca y, por tanto, ser a todos los efectos imposible.
Que la Tierra sea redonda, cuadrada o triangular son posibilidades. Ninguna de ellas es una proposición imposible desde el punto de vista lógico. Pero sabemos, con una certeza casi absoluta, que la Tierra es redonda. El origen de nuestra certeza es básicamente empírico, y debemos calificar a las proposiciones antagonistas como falsas, antes que como imposibles.
Pero existe otra fuente de nuestro conocimiento acerca de la forma de la Tierra que implica leyes muy sólidas como la de la gravedad que hace que la forma de los planetas sea necesariamente redonda. Incluso el hecho de la imperfección de la esfericidad de los planetas puede ser predicha a partir de ciertas leyes.
En estas condiciones, las proposiciones que se enfrentan a las leyes son, a todos los efectos, imposibles.
La imposibilidad necesaria de una proposición se hace evidente cuando implica una contradicción lógica. El ejemplo más famoso es el de Epiménides y su frase Todos los cretenses son unos mentirosos. Siendo Epiménides mismo cretense, la frase no puede ser cierta, porque entonces Epiménides sería mentiroso y por tanto lo que él nos dice sería falso. Por otro lado, la frase tampoco puede ser falsa porque se deduciría entonces que los cretenses son veraces y por tanto Epiménides diría la verdad, y él es cretense. Por tanto este enunciado no puede ser ni verdadero ni falso, implica una contradicción y debe ser descartado.
Pero, ¿Qué ocurre cuando una proposición no implica una contradicción lógica? En principio, que no puede determinarse lógicamente su imposibilidad, pero, como la posibilidad no implica realidad, una proposición puede no ser real y no alcanzar a serlo nunca y, por tanto, ser a todos los efectos imposible.
Que la Tierra sea redonda, cuadrada o triangular son posibilidades. Ninguna de ellas es una proposición imposible desde el punto de vista lógico. Pero sabemos, con una certeza casi absoluta, que la Tierra es redonda. El origen de nuestra certeza es básicamente empírico, y debemos calificar a las proposiciones antagonistas como falsas, antes que como imposibles.
Pero existe otra fuente de nuestro conocimiento acerca de la forma de la Tierra que implica leyes muy sólidas como la de la gravedad que hace que la forma de los planetas sea necesariamente redonda. Incluso el hecho de la imperfección de la esfericidad de los planetas puede ser predicha a partir de ciertas leyes.
En estas condiciones, las proposiciones que se enfrentan a las leyes son, a todos los efectos, imposibles.
2 comentarios
Asigan -
estupido -