Evoluciones.
Un recurso habitual en los argumentos paranormales en general, sobre todo de tipo esotérico, habla de la evolución de la mente, del ego, del alma o de cualquier concepto similar.
Suele acompañarse de una analogía con la evolución del cuerpo explícita o implícita, de modo que la existencia de una evolución biológica se considera suficiente para argumentar la mental o espiritual. En cualquier caso, parace que es la Teoría de la Evolución la que de algún modo inspira tanto el concepto como la terminología de esos razonamientos. Y desde aquí se parte hacia la construcción de una cosmogonía más o menos coherente con ello.
Me parece algo ilegítimo incluso en el caso de su uso como simple analogía ilustrativa.
Las condiciones para que la evolución opere son, básicamente, la existencia de reproducciones, la de variación- por error de copia- en ellas, que el número de esas reproducciones sea superior al soportable por el sistema que las acoge, y algún tipo de presión selectiva, bien sea la mera competencia por los recursos, bien cambios ambientales, etc.
Sobre esto se puede deducir una primera diferencia, fundamental a mi entender, y es que no evoluciona el cuerpo. La evolución es respecto a la especie. Se trata de dos cuerpos distintos- como mínimo- y decimos que se ha producido evolución desde el momento en que la copia resultante contiene diferencias respecto al original y ello en el caso de que se acumulen en número suficiente y en el suficiente número de copias para hacerlas relevantes respecto a la especie original.
Nada de esto se encuentra en la presunta evolución espiritual o de conciencia. No digamos ya de la falta de generación de copias a partir de un original- de almas hijas-, de la de la existencia de errores de copia, de la dificultad de introducir una presión selectiva en el ambiente sobrenatural, etc.
Al parecer, se quiere expresar un concepto distinto a este. Lo que parece querer significarse es algún tipo de cambio en el alma a través de la experiencia vital o del paso a otro nivel de existencia.
Pero para eso ya existen términos como desarrollo o aprendizaje que se refieren a los cambios operados en un sujeto concreto.
¿Por qué, entonces, el uso del término evolución en semejante contexto?
En mi opinión, debido a la falsa impresión de que el mero uso de terminología ampulosa e incluso científica confiere algún tipo de veracidad a lo propuesto.
Suele acompañarse de una analogía con la evolución del cuerpo explícita o implícita, de modo que la existencia de una evolución biológica se considera suficiente para argumentar la mental o espiritual. En cualquier caso, parace que es la Teoría de la Evolución la que de algún modo inspira tanto el concepto como la terminología de esos razonamientos. Y desde aquí se parte hacia la construcción de una cosmogonía más o menos coherente con ello.
Me parece algo ilegítimo incluso en el caso de su uso como simple analogía ilustrativa.
Las condiciones para que la evolución opere son, básicamente, la existencia de reproducciones, la de variación- por error de copia- en ellas, que el número de esas reproducciones sea superior al soportable por el sistema que las acoge, y algún tipo de presión selectiva, bien sea la mera competencia por los recursos, bien cambios ambientales, etc.
Sobre esto se puede deducir una primera diferencia, fundamental a mi entender, y es que no evoluciona el cuerpo. La evolución es respecto a la especie. Se trata de dos cuerpos distintos- como mínimo- y decimos que se ha producido evolución desde el momento en que la copia resultante contiene diferencias respecto al original y ello en el caso de que se acumulen en número suficiente y en el suficiente número de copias para hacerlas relevantes respecto a la especie original.
Nada de esto se encuentra en la presunta evolución espiritual o de conciencia. No digamos ya de la falta de generación de copias a partir de un original- de almas hijas-, de la de la existencia de errores de copia, de la dificultad de introducir una presión selectiva en el ambiente sobrenatural, etc.
Al parecer, se quiere expresar un concepto distinto a este. Lo que parece querer significarse es algún tipo de cambio en el alma a través de la experiencia vital o del paso a otro nivel de existencia.
Pero para eso ya existen términos como desarrollo o aprendizaje que se refieren a los cambios operados en un sujeto concreto.
¿Por qué, entonces, el uso del término evolución en semejante contexto?
En mi opinión, debido a la falsa impresión de que el mero uso de terminología ampulosa e incluso científica confiere algún tipo de veracidad a lo propuesto.
1 comentario
Abdul -
Un abrazo