Universos imposibles e improbables: ¿diseño o azar?
¿Tiene sentido preguntarse por la imposibilidad de un suceso cuando este ha ocurrido?.Alguien puede mantener que un suceso no puede ocurrir, antes de que ocurra, pero una vez ha ocurrido, la evidencia se impone y más bien debe revisarse la cadena de argumentos y razonamientos que conducian a esa conclusión. Pero, ¿qué ocurre con lo improbable?.
Existe un principio llamado antrópico según el cual las observaciones acerca del Universo deben estar limitadas por las condiciones que hagan posible nuestra existencia, puesto que es una evidencia que estamos aquí para preguntarnos por la estructura del Universo.
Muchos científicos piensan que es un principio util para la formulación de hipótesis, como Stephen Hawking o Fred Hoyle, que se basó en el principio para resolver la cuestión de la síntesis estelar del carbono al formular la existencia de la resonancia de este respecto al berilio. Otros piensan que no es más que una tautología que poco aporta a la investigación.
En cualquier caso, a partir del principo antrópico se formuló una nueva versión que se conoce como princpio antrópico fuerte- dejando al clásico con la denominación de débil- que, con distintos matices según quien se refiera a él, a venido a ser usado para afirmar que el Universo está de alguna manera destinado a engendrar a los seres humanos, o, cuanto menos, vida inteligente.
A partir de él, se ha tratado de mostrar que el Universo es un proyecto diseñado, convirtiendose en uno de los argumentos favoritos de toda clase de místicos, esotéricos, e incluso creyentes en las religiones tradicionales.
El principal argumento que se esgrime es el valor de ciertas constantes universales y de diferentes condiciones favorables a nuestra aparición. Así, por ejemplo, se habla de que la menor variación en el índice de planitud en el universo en el primer suegundo de su nacimiento hubiera hecho imposible la existencia del cosmos que conocemos y, con él, de la vida. Y así con los valores de las cuatro fuerzas, la densidad de matería en el universo, del ambiente de la Tierra- su distancia al Sol, la proporción de los distintos gases en la atmósfera terrestre-, el tamaño del Sol, etc.
El principio antrópico débil es una primera respuesta a esta cuestión. Puesto que estamos aquí, es natural esperar que todas las condiciones nos favorezcan, pero la explicación más sencilla es que la vida se adapta a ellas. La vida no aparece en planetas u otros lugares donde las condiciones no la favorecen, no está violando ninguna ley ni precisa de milagro alguno, simplemente existe porque las condiciones de todo tipo- leyes, constantes, etc.- lo permiten.
La aparición de la vida no es algo imposible, las condiciones dadas lo permiten y ese suceso se dió. A la frase: las constantes universales tienen el valor justo para que la vida exista, se le puede dar la vuelta: la vida existe porque las constantes tiene determinados valores.
Pero se dice que la coincidencia de esos ajustes en tantos valores de constantes y leyes es algo muy improbable. ¿Que significa exactamente esa expresión?
Esa es una expresión muy común, la usan, por ejemplo, los historiadores al referirse a algún personaje de la siguiente manera: Es muy improbable la existencia de x- Pitágoras, Jesús o el personaje polémico que prefieran-. También se usa al referirse, por ejemplo, a la confianza en seres queridos: es muy improbable que mi esposa me engañe.
Lo que esa expresión denota no es el significado matemático de probabilidad, el cociente entre los sucesos favorables y el total de los sucesos posibles, favorables y desfavorables, sino un significado diferente, la resolución subjetiva de una incertidumbre sobre la base de ciertos conocimientos y creencias.
La improbabilidad a la que se refieren no es la matemática, sino esta última, en la que se pretende aplicar el sentido común a una situación muy alejada de nuestra experiencia. Los descubrimientos científicos acerca de la estructura de la materia y el universo son poco intuitivos o directamente antiintuitivos. Cuando nuestro sentido común se muestra tan poco fiable en asuntos más próximos, pero que no afectan a nuestra experiencia directa, la aplicación del mismo a la solución de una incertidumbre sobre una cuestión de tal calado parece muy imprudente.
Pero aunque conocieramos lo suficiente del universo para realizar un cálculo de probabilidades en el sentido matemático, existen ciertas cuestiones que no parecen tener en cuenta los defensores del Universo diseñado.
Las probabilidades de un suceso tiene utilidad cuando un suceso no se ha producido, el cálculo a posteriori de las probabilidades de un suceso producido no tiene demasiado sentido.
Uno puede sentirse especial cuando le toca el premio de la lotería, pero no es más que un suceso aleatorio previsto por la probabilidad. También cabe preguntarse por las extraordinarias coincidencias que permiten que uno de nosotros en concreto esten aquí. Como se conocieron nuestros padres, las circunstancias que permitieron que nuestros bisabuelos se conocieran en una fiesta a la que uno no tenía previsto asistir, etc. En ocasiones se acumulan tal cantidad de coincidencias que algunas personas llegan a creer que sus vidas estaban prefijadas. Muchos sucesos improbables ocurren a diario.
Las probabilidades de que, al extender al azar uno tras otro los naipes de una baraja bien mezclada sobre una mesa, aparezcan en un orden concreto son muy bajas. En una baraja española sería de 40x39x38...x1, un número abrumadoramente grande. Pero es aplicable a una predicción acerca de qué orden concreto tendrán las cartas extendidas. Si extendemos las cartas, de hecho obtendremos un orden, cualquiera, que tenía en contra ese número enorme de probabilidades. Sin embargo, está ahí, ante nosotros. Cuantas veces lo repitamos, tantas veces obtendremos un suceso muy improbable.
La existencia de un diseño en el Universo precisa de algo más que la expresión de una emoción o una vaga referencia a las probabilidades de que algo así ocurriera.
Existe un principio llamado antrópico según el cual las observaciones acerca del Universo deben estar limitadas por las condiciones que hagan posible nuestra existencia, puesto que es una evidencia que estamos aquí para preguntarnos por la estructura del Universo.
Muchos científicos piensan que es un principio util para la formulación de hipótesis, como Stephen Hawking o Fred Hoyle, que se basó en el principio para resolver la cuestión de la síntesis estelar del carbono al formular la existencia de la resonancia de este respecto al berilio. Otros piensan que no es más que una tautología que poco aporta a la investigación.
En cualquier caso, a partir del principo antrópico se formuló una nueva versión que se conoce como princpio antrópico fuerte- dejando al clásico con la denominación de débil- que, con distintos matices según quien se refiera a él, a venido a ser usado para afirmar que el Universo está de alguna manera destinado a engendrar a los seres humanos, o, cuanto menos, vida inteligente.
A partir de él, se ha tratado de mostrar que el Universo es un proyecto diseñado, convirtiendose en uno de los argumentos favoritos de toda clase de místicos, esotéricos, e incluso creyentes en las religiones tradicionales.
El principal argumento que se esgrime es el valor de ciertas constantes universales y de diferentes condiciones favorables a nuestra aparición. Así, por ejemplo, se habla de que la menor variación en el índice de planitud en el universo en el primer suegundo de su nacimiento hubiera hecho imposible la existencia del cosmos que conocemos y, con él, de la vida. Y así con los valores de las cuatro fuerzas, la densidad de matería en el universo, del ambiente de la Tierra- su distancia al Sol, la proporción de los distintos gases en la atmósfera terrestre-, el tamaño del Sol, etc.
El principio antrópico débil es una primera respuesta a esta cuestión. Puesto que estamos aquí, es natural esperar que todas las condiciones nos favorezcan, pero la explicación más sencilla es que la vida se adapta a ellas. La vida no aparece en planetas u otros lugares donde las condiciones no la favorecen, no está violando ninguna ley ni precisa de milagro alguno, simplemente existe porque las condiciones de todo tipo- leyes, constantes, etc.- lo permiten.
La aparición de la vida no es algo imposible, las condiciones dadas lo permiten y ese suceso se dió. A la frase: las constantes universales tienen el valor justo para que la vida exista, se le puede dar la vuelta: la vida existe porque las constantes tiene determinados valores.
Pero se dice que la coincidencia de esos ajustes en tantos valores de constantes y leyes es algo muy improbable. ¿Que significa exactamente esa expresión?
Esa es una expresión muy común, la usan, por ejemplo, los historiadores al referirse a algún personaje de la siguiente manera: Es muy improbable la existencia de x- Pitágoras, Jesús o el personaje polémico que prefieran-. También se usa al referirse, por ejemplo, a la confianza en seres queridos: es muy improbable que mi esposa me engañe.
Lo que esa expresión denota no es el significado matemático de probabilidad, el cociente entre los sucesos favorables y el total de los sucesos posibles, favorables y desfavorables, sino un significado diferente, la resolución subjetiva de una incertidumbre sobre la base de ciertos conocimientos y creencias.
La improbabilidad a la que se refieren no es la matemática, sino esta última, en la que se pretende aplicar el sentido común a una situación muy alejada de nuestra experiencia. Los descubrimientos científicos acerca de la estructura de la materia y el universo son poco intuitivos o directamente antiintuitivos. Cuando nuestro sentido común se muestra tan poco fiable en asuntos más próximos, pero que no afectan a nuestra experiencia directa, la aplicación del mismo a la solución de una incertidumbre sobre una cuestión de tal calado parece muy imprudente.
Pero aunque conocieramos lo suficiente del universo para realizar un cálculo de probabilidades en el sentido matemático, existen ciertas cuestiones que no parecen tener en cuenta los defensores del Universo diseñado.
Las probabilidades de un suceso tiene utilidad cuando un suceso no se ha producido, el cálculo a posteriori de las probabilidades de un suceso producido no tiene demasiado sentido.
Uno puede sentirse especial cuando le toca el premio de la lotería, pero no es más que un suceso aleatorio previsto por la probabilidad. También cabe preguntarse por las extraordinarias coincidencias que permiten que uno de nosotros en concreto esten aquí. Como se conocieron nuestros padres, las circunstancias que permitieron que nuestros bisabuelos se conocieran en una fiesta a la que uno no tenía previsto asistir, etc. En ocasiones se acumulan tal cantidad de coincidencias que algunas personas llegan a creer que sus vidas estaban prefijadas. Muchos sucesos improbables ocurren a diario.
Las probabilidades de que, al extender al azar uno tras otro los naipes de una baraja bien mezclada sobre una mesa, aparezcan en un orden concreto son muy bajas. En una baraja española sería de 40x39x38...x1, un número abrumadoramente grande. Pero es aplicable a una predicción acerca de qué orden concreto tendrán las cartas extendidas. Si extendemos las cartas, de hecho obtendremos un orden, cualquiera, que tenía en contra ese número enorme de probabilidades. Sin embargo, está ahí, ante nosotros. Cuantas veces lo repitamos, tantas veces obtendremos un suceso muy improbable.
La existencia de un diseño en el Universo precisa de algo más que la expresión de una emoción o una vaga referencia a las probabilidades de que algo así ocurriera.
19 comentarios
Eclesiastés -
La verdad, no puedo darles razónes para comenzar a apreciar lo que está cerca de ustedes desde otro lugar de fé... ya que eso es: es vuestra fé en lo que podemos ver y lo que tratammos de inducir bajo leyes, teorías, supuestos e inclinaciones (la mayoría no comprobadas y usadas como base para otra de mayor riesgo) que conocemos.
Muy simple, hay un Dios, creador del cielo, de la tierra y de todo lo que existe, quien nos formó dentro del vientre de nuestras madres, conocedor y amante de cada uno de nosotros.. el que está mirando y esperando que hablemos con El... el que está cuando tus hijos cierran los ojos y hace una Oración... quien lo escucha y lo cuida de accidentes y enfermedades... quien puede acogernos cuando estamos necesitados, desesperados, defraudados y que nos hizo con un plan definido para nuestras vidas, esperando tener una relación de amor con cada uno de nosotros...
Pero obvio... no era lo que esperábamos... esperamos, razones, fundamentos, pruebas... y solo tenemos la prueba de Jonás... que el Hijo de Dios, el Unico camino para llegar a Dios, dió su vida para que nosotros podamos abandonar nuestro egocentrismo, abandonar lo que nuestro corazón considera como "una razón suficiente" y lleguemos a una vida de fé... El murió y al 3er día resucitó....venció lo que no podemos vencer: La muerte... y nos dió lo que no podemos ganar: La vida eterna a través de su perdón... No hablo de lo que no he visto... hablo de lo que sé, lo que he experimentado y lo que deseo hasta que termine esta vida física y pueda estar con El...
Señores...yo no gano nada (desde vuestro punto de vista) al llamarlos a casa... pero Dios quiere que ustedes vivan con la felicidad que es estár en la Compañía de Dios... lo único que hay que hacer es aceptarle, entregando lo que tenemos temos de entregar... el corazón...
Abran los ojos... un niño lo puede hacer... que el conocimiento y esta abstracción enfermante no les quite lo inmportante...
Raziel -
Asigan -
Holbach -
Pues eso es más o menos lo que Fausto y yo sosteníamos cuando tú insistías en que "nada nos puede permitir saber de su existencia". :^)
Asigan -
De confirmarse akguna de esas teorías, la existencia de otros universos tendría un apoyo que ya no sería estrictamente especulativo, y al menos las "huelllas" del proceso original serán detectables, en la misma linea en que el Big-Bang fué detectado indirectamente.
Holbach -
Asigan -
Asigan -
Actualmente hay dos nuevas hipótesis que implican otro u otros universos. La de Veneciano y su equipo, que considera nuestro universo la consecuencia de un agujero negro preexistente al big-bang- con lo cual este no sería el principio del tiempo (y otros universos procederían así mismo de otros agujeros negros) y otra, la de los Universos membrana, que sugiere que el Big-bang, una vez más, sería el resultado de un suceso anterior, el choque de dos universos membrana.
Supongamos que una u otra acabara siendo cierta, eso no implicaria que la otra también tenía razón- y con ella, los filósofos, esotéricos y charlatanes que han hablado desde siempre de otros mundos-.
Decir, simplemente, que pueden existir otros mundos no es emitir una teoría científica. La hipótesis de otros universos a partir de la Spring Theory es incomprobable.
Asigan -
Holbach -
Asigan -
Fausto, naturalmente, las conjeturas preceden a la formulación de hipótesis.Y un ingrediente imprescindible para ello es la curiosidad y la capacidad de hacerse preguntas sobre cualquier cosa. Pero ello no garantiza que les encontremos respuestas.Y la especulación, mientras no dé el paso que las convierte en teorías, sigue siendo especulación.Si tenemos especulaciones basadas en otras especulaciones, el contenido empírico se diluye de manera peligrosa.
Fausto -
Talvez el especular es el ingrediente que nos activa ese mecanismo curioso que existe en el ser humano y nos impulsa a tratar de buscar una respuesta hasta para las preguntas mas dificiles
Holbach -
Asigan -
Fausto -
Holbach -
Asigan -
Fausto -
Disculpas por mi gramática.
Holbach -
El "ajuste fino" entre las constantes universales puede responder a una de las dos causas siguientes:
1) El multiverso: existirían múltiples universos, cada uno con un conjunto distinto de constantes (hipótesis defendida por el astrónomo Martin Rees).
2) Las constantes universales tienen los únicos valores físicamente posibles (hipótesis del químico Peter Atkins).
Siguiendo el principio de sobriedad (o navaja de Occam), solo cuando hayamos refutado todas las hipótesis naturales podríamos pasar a considerar la hipótesis sobrenatural denominada principio antrópico fuerte.
Por cierto, Asigán, R. Feynman se mostraba más rotundo que tú respecto al "cálculo a posteriori de las probabilidades de un suceso producido". Feynman sostenía que "no tiene sentido calcular la probabilidad de que ocurra algo una vez que ha sucedido. Muchos científicos ni siquiera se dan cuenta de esto." La probabilidad de cualquier suceso histórico siempre es igual a uno.
-----------------------------
"Nada se opone a que existan muchos más universos. Quizás están en cierto sentido anidados uno dentro de otro."
Carl Sagan, 'Cosmos'