Muertes extrañas
Según la tradición romana, en el año 363 a.C. se produjo una grieta en el suelo del Foro. Los sacerdotes señalaron que únicamente se cerraría si se arrojaba a su interior el más precioso de los tesoros de Roma. El joven patricio Marco Curcio afirmó que Roma no poseía tesoro más digno y precioso que un generoso y valiente ciudadano. Por eso, montó sobre un caballo y se lanzó al fondo del abismo, el cual se cerró inmediatamente sobre él (Cicerón, De finibus, II, 19, 61; Tito Livio, VII, 6, 5; Valerio Máximo, V, 67). De esa época se ha encontrado en el Foro de Roma un pozo sagrado llamado lago de Curcio.
El poeta griego Sófocles (de Kolonos) murió, con cerca de 90 años, en el 406 a.C. por la impresión que le produjo una buena noticia. Autor teatral de gran prestigio, dio mayor brillantez a la decoración escénica al inventar el decorado pintado.
El poeta trágico griego Eurípides (480-406 a.C.) fue la primera persona conocida en denunciar la esclavitud. Autor de dramas teatrales, Eurípides fue considerado como "el más trágico de los poetas" por Aristóteles. El público ateniense no comprendió sus dramas y quizás por eso, hacia el final de su vida se trasladó a Macedonia, a la corte del rey Arquelao, donde fue bien recibido y donde, según la tradición, fue devorado por unos perros.
Se dice que el matemático Karl F. Gauss (1777-1855) estaba un día tan concentrado en su trabajo que cuando le comunicaron que su esposa estaba a punto de morir, este respondió: "Sí, sí, pero pídale que espere un momento hasta que acabe con esto".
En 1684, Jean-Baptiste Mouron, de 17 años, fue acusado de incendiario y condenado a galeras durante 100 años y 1 día. Mouron cumplió el castigo íntegro y quedó libre a la edad de 117 años. Falleció unos años más tarde.
Jean-Baptiste Lully estaba dirigiendo su orquesta marcando el ritmo con su batuta. En aquella época (1687) la batuta del director de orquesta era un pesado bastón con el que se golpeaba el suelo. En un fragmento difícil, Lully se enfadó tanto con sus músicos y golpeó el suelo con tanta furia que en su arrebato de cólera se golpeó el pie con el bastón, se le infectó, se le engangrenó y la broma lo llevó a la tumba.
En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurar bien la manera de suicidarse.
Se fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga.
Anudó la otra extremidad de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento.
Todo esto para querer morir, pues ese era su deseo.
Saltó del precipicio y en el mismo momento que caia se disparó . La bala, que no lo tocó, fortuitamente cortó la soga sobre él.
Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar.
El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador que pasaba por ahi lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió de hipotermia.
Santiago Alvarado, de 24 años, murió en febrero en Lompoc, California (EEUU), cuando cayó de bruces del techo de un negocio de bicicletas donde estaba tratando de entrar para robar.
Lo que causó tal fatidica muerte fue la linterna, que se la había puesto en la boca (para poder tener las manos libres) y que con la caída, literalmente se la tragó y le atravesó el cráneo al caer al suelo.
Seis personas se ahogaron mientras trataban de rescatar a una gallina que se había caído en un pozo en el sur de Egipto.
Un joven campesino de 18 años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se ahogó.
Sus dos hermanos y hermana bajaron uno a uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron.
Luego llegaron dos campesinos a ayudar, y también ellos murieron, víctimas de la resaca del pozo.
Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo de Nazlat Imara, al sur de Cairo.
También sacaron a la gallina.
Ésta última sobrevivió.
El poeta griego Sófocles (de Kolonos) murió, con cerca de 90 años, en el 406 a.C. por la impresión que le produjo una buena noticia. Autor teatral de gran prestigio, dio mayor brillantez a la decoración escénica al inventar el decorado pintado.
El poeta trágico griego Eurípides (480-406 a.C.) fue la primera persona conocida en denunciar la esclavitud. Autor de dramas teatrales, Eurípides fue considerado como "el más trágico de los poetas" por Aristóteles. El público ateniense no comprendió sus dramas y quizás por eso, hacia el final de su vida se trasladó a Macedonia, a la corte del rey Arquelao, donde fue bien recibido y donde, según la tradición, fue devorado por unos perros.
Se dice que el matemático Karl F. Gauss (1777-1855) estaba un día tan concentrado en su trabajo que cuando le comunicaron que su esposa estaba a punto de morir, este respondió: "Sí, sí, pero pídale que espere un momento hasta que acabe con esto".
En 1684, Jean-Baptiste Mouron, de 17 años, fue acusado de incendiario y condenado a galeras durante 100 años y 1 día. Mouron cumplió el castigo íntegro y quedó libre a la edad de 117 años. Falleció unos años más tarde.
Jean-Baptiste Lully estaba dirigiendo su orquesta marcando el ritmo con su batuta. En aquella época (1687) la batuta del director de orquesta era un pesado bastón con el que se golpeaba el suelo. En un fragmento difícil, Lully se enfadó tanto con sus músicos y golpeó el suelo con tanta furia que en su arrebato de cólera se golpeó el pie con el bastón, se le infectó, se le engangrenó y la broma lo llevó a la tumba.
En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurar bien la manera de suicidarse.
Se fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga.
Anudó la otra extremidad de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento.
Todo esto para querer morir, pues ese era su deseo.
Saltó del precipicio y en el mismo momento que caia se disparó . La bala, que no lo tocó, fortuitamente cortó la soga sobre él.
Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar.
El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador que pasaba por ahi lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió de hipotermia.
Santiago Alvarado, de 24 años, murió en febrero en Lompoc, California (EEUU), cuando cayó de bruces del techo de un negocio de bicicletas donde estaba tratando de entrar para robar.
Lo que causó tal fatidica muerte fue la linterna, que se la había puesto en la boca (para poder tener las manos libres) y que con la caída, literalmente se la tragó y le atravesó el cráneo al caer al suelo.
Seis personas se ahogaron mientras trataban de rescatar a una gallina que se había caído en un pozo en el sur de Egipto.
Un joven campesino de 18 años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se ahogó.
Sus dos hermanos y hermana bajaron uno a uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron.
Luego llegaron dos campesinos a ayudar, y también ellos murieron, víctimas de la resaca del pozo.
Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo de Nazlat Imara, al sur de Cairo.
También sacaron a la gallina.
Ésta última sobrevivió.
17 comentarios
Jordan 6 -
Nike Dunk Sb -
Dani -
:-D
missjackiie -
da risa lo de la galina y lo de el que no pudo matarse, yo creo le tocaba morir pero no de esa manera..
yo solo habia escuchado de uno que muere de risa, por reir tanto..
y a quien correponda:::
Arriba el chivas.. pero de un palo.. el america es el mejor y si no lo cres, bjate los pantalones y empinat!¡!¡
yo -
todo es muy interesante, pero es verdad?
de donde sacast la informacion..
bryan -
hernan -
isaura -
caca -
Mary -
lo de la gallina es lo mas
:3
wawa -
local de Garuhap(Argentina), muere de un ataque al corazón al rechazar un penalti con el pecho.
Angela -
tu papi -
alejandro ruiz -
zaicodema@hotmail.com -
bokuden -
Vailima -
un saludo