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Saber/Creer

Jimenez se indigna e indigna.

La convocatoria para realizar una alerta OVNI por parte de Iker Jiménez y el programa de la cadena SER Milenio 3 ha provocado montones de mensajes en foros y bitácoras. Después de que Magonia convocara a un concurso destinado a crear estímulos artificiales para comprobar la calidad de los testigos y un grupo llamado Fabricantes de OVNIS anunciara una iniciativa cuyo sentido se adivina fácilmente del nombre de quienes la patrocinan, se encendieron aún más las posturas.

La respuesta de Iker Jiménez a Javier Armentia tras la denuncia de este último sobre las maniobras poco claras mediante las cuales el programa trata de ganarse la colaboración de instituciones científicas ha sido el último episodio de esta historia.

Personalmente creo que esas convocatorias, sobre todo con el despliegue publicitario y de medios con los cuales cuenta esta de Jiménez, deben mover a algún tipo de declaración por parte de los escépticos. Se debe hacer llegar al público el hecho de que las afirmaciones en el sentido de que tras los OVNIS existe una inteligencia extraterrestre no tienen ningún soporte, que las posibles explicaciones son muchas, pero no todas tienen la misma probabilidad de confirmarse.

Jiménez y su equipo presentan la cuestión como un atentado desmesurado e ilógico contra unas personas que solo aspiran a pasar una agradable velada en torno a su inocente afición. Él mismo se muestra sorprendido e indignado por las protestas escépticas, sin embargo Jiménez no es nuevo en esto.

Conoce de sobra los argumentos que van en contra de sus afirmaciones y jamás los ha refutado, limitándose a defenderse mediante la apelación a la libertad de expresión, como si denunciar el error y hacer llamadas a que no se divulgue equivaliera a impedir la libre expresión de la opinión, sobre todo cuando esta se hace pasar por verdades incuestionables. Jiménez es uno más de los divulgadores de misterios que usan de recursos como acusar a científicos, políticos y a cualquier persona que se oponga a sus opiniones de traidores, de agentes de fuerzas oscuras y de cómplices, cuando no de autores, de coacciones, amenazas e incluso asesinatos. Y una vez más, como si fueran verdades evidentes e incuestionables.

Es curiosa esta supuesta indignación de Jiménez, cuando él, como otros de su gremio, jamás ha dejado de reaccionar de manera virulenta contra la simple crítica de sus opiniones.
Porque lo que a Jiménez parece molestar es que se le cuestione el papel que ha asumido de defensor de la verdad y la libertad, aunque atente contra ambas con frecuencia. Contra la primera haciendo pasar de manera implícita o explícita sus creencias por cuestiones contra las que solo se puede discrepar por motivos bastardos, y contra la segunda cuando, por ejemplo, amenaza con querellas y pleitos a sus críticos implicando a los departamentos jurídicos de las empresas en las que trabaja esperando intimidar a aquellos que se le enfrentan.

1 comentario

The Happy Butcher -

Lo del señor Jiménez es sencillamente infumable. Al margen de la libertad para hacer lo que se quiera, cosa que todo el mundo escéptico hace (otra cosa es criticar, que también es libertad, a pesar de lo que pueda pensar), lo que todos sabemos es que eso es un negocio (que como buen liberal me parece bien), que se está vendiendo un bulo (que como buen escéptico me parece intolerable), y todo lo anterior con una dosis recalcitrante de demagogia de la peor calidad y que lo saben ellos mismos (con lo que me río por no llorar).

Ahora bien: que todo esto lo haga una empresa privada me parece infumable, pero es su dinero, yo elegiré no encender la radio. Pero que lo haga la Televisión Pública con mi dinero me parece sencillamente intolerable. Quiero que me devuelvan el dinero.
http://www.ikerjimenez.com/ikertve.htm