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Saber/Creer

Dios y la ética:El dilema de Platón.

El Dilema de Platón no se refiere a la existencia de Dios, sino a la coherencia lógica de algunas afirmaciones sobre Él. Empieza con tres proposiciones aparentemente ciertas y compatibles para el cristiano:

1. Dios es bueno.
2. Dios quiere que hagamos el bien.
3. Dios es la base de la ética (o de la moral).

Las 2 primeras proposiciones son evidentemente ciertas para las religiones cristianas, y la tercera también lo es, pero de forma menos obvia. Pero, haciendo un razonamiento simple, encontramos una contradicción entre 1 y 3. Si Dios es bueno, es porque las cosas que son buenas lo son independientemente de Dios. Si no fuese así, Dios decidiría lo que es bueno y malo, y estaría por encima de lo bueno y de lo malo y, por tanto, no sería posible clasificarlo dentro de alguno de estas categorías. Por tanto, si Dios decide lo que es bueno y malo no puede ser considerado bueno.
Si Dios es bueno, no puede decidir lo que es bueno o no. Hará cosas buenas o no las hará, pero no decidirá que es bueno o que no lo es.

Se suele alegar que Dios, por su naturaleza, no puede ser malo, solo puede ser bueno. Pero hablar de cualquier cualidad de la naturaleza divina es hablar de las causas o las explicaciones de la inclinación de Dios a ser bueno, pero no del hecho de cómo se juzga que Dios es bueno. Dios hará cosas buenas o no hará cosa malas DEBIDO a tal o cual cualidad de su naturaleza, pero esto no explica porqué lo que hace se puede llamar bueno o lo que deja de hacer se llama malo. Hablar de la bondad de Dios es colocarlo "dentro" del sistema de referencia que permite juzgar la bondad o la maldad. En realidad, es decir que las cosas o las acciones son buenas o malas debido a la propia naturaleza de las cosas o las acciones y que podemos decir que Dios es bueno o malo porque podemos comparar sus acciones con la definición de acción mala y de acción buena.

Sin embargo, el punto tres dice que Dios es la base de la ética o de la moral. Esto, según el Dilema, es contradictorio con lo anterior. Porque decir que Dios es la base de la moral significa dejarlo fuera del sistema, que nace de Él o a partir de Él, haciendo que las acciones malas o buenas lo sean en función de su voluntad o de su sapiencia o de cualquier otra circunstancia diferente de la naturaleza propia de esas acciones. Esto nos deja sin referencia para juzgar si Dios es bueno o malo, pues la ética o la moral quedan por debajo de él, y no tiene sentido alguno decir que Dios es malo o bueno. También significa que lo que es bueno o es malo puede ser intercambiable, pues no dependen de su propia naturaleza o de sus consecuencias inmediatas, sino de la voluntad de Dios, que bien podría haber decidido, por ejemplo, que matar es bueno y que ayudar al prójimo es malo. Si se quiere negar esto, que matar sea bueno o que ayudar al prójimo sea malo, solo se puede desde la aceptación de que la moral es autónoma y que los actos son buenos o malos por sí mismos, o por el contrario, porqué esa es la voluntad de Dios, pero no de ambas formas aun tiempo, pues implican que las cosas son buenas por si mismas y que no lo son, pura contradicción.

Si no se resuelve este dilema, el creyente debe decidirse por una de las dos alternativas, o a Dios no se le puede llamar bueno o malo, o Él no es la base de la moral.

3 comentarios

dob -

Lo leí hace muchos años, en una pelicula. Y me debió hacer mucha gracia, porque no se me ha olvidado:
"Dios ha muerto" - Nietsche
"Nietsche ha muerto" - Dios

Goyo -

De eso nada. ¿Y cuando estaba vivo? ¿Era entonces bueno o era el origen de la moral? ¿Debemos renunciar a resolver el problema por respeto al muerto?

Vailima -

Dios ha muerto.
Fin de la contradicción.
Fin del dilema.